Conversamos con Miguel Ángel Maroto Serrano, licenciado en Psicología y gerente del Centro de Intervención Clínica y Social, Vanesa Blanco Criado, licenciada en Psicología y especialista en Alzheimer e intervención gerontológica y Juliana Muñoz Hernández, licenciada en Psicología y especialista en Neuropsicología y experta en Gerontología y atención a la Tercera Edad. Son autores y tutores del curso de InTEA, Evaluación e intervención en Alzheimer y otras demencias.
Comenzamos a trabajar en este campo cuando apenas nadie sabía escribir el nombre de esta enfermedad. Ayudamos a crear AFA 3 Cantos (Asociación de Alzheimer de Tres Cantos), después de formar uno de los primeros grupos de apoyo para cuidadores en esa localidad. Publicamos con TEA las primeras obras preventivas (Taller de Memoria I y II) y uno de los primeros manuales con ejercicios de psicoestimulación para enfermos de Alzheimer (Córtex).
Este campo era nuevo, existía mucho desconocimiento en la población y en los profesionales sanitarios. Poco a poco fuimos innovando y aplicando terapias no farmacológicas, además de desarrollar programas de apoyo a los cuidadores. Nos gustó poder ayudar tanto a los enfermos como a los familiares.
"Nos gustó poder ayudar tanto a los enfermos como a los familiares."
El Alzheimer, probablemente lo forman un conjunto de enfermedades que actualmente no se diferencian entre ellas. La etiología de la enfermedad de Alzheimer no se conoce todavía, sí sus marcadores biológicos (ovillos neurofibrilares, placas seniles, proteína Beta-amiloide, Gen APOE4, ...) La sintomatología es común, el inicio es gradual, los problemas se inician siempre con dificultades en la memoria de trabajo, así como con desorientación temporo-espacial. En esta enfermedad se pasan por diversos estadios o fases y la intervención con psicoestimulación es fundamental en las fases leves.
Bueno, cada demencia presenta una sintomatología que depende de las partes del cerebro afectadas. Por ejemplo, en las fases iniciales de las demencias Fronto-temporales, su memoria no se encuentra afectada y sí, las funciones ejecutivas, el lenguaje y la coordinación. Por tanto, la intervención a realizar con cada una es diferente.
Hoy día sí, las pruebas neuropsicológicas y las médicas pueden diagnosticar un “probable” Alzheimer con mucha fiabilidad. Sin embargo, en según qué situaciones, este proceso se convierte en lento y farragoso.
Para los familiares esta enfermedad es un gran cambio en sus vidas, implica el cambio de planes vitales de la pareja o familia, existe un cambio de roles, de esposa a cuidadora, de padre a enfermo, de hija a madre… Los grupos de apoyo y ayuda mutua, junto con el aprendizaje de técnicas proveniente de la psicología son muy útiles para el cuidador principal.
La intervención debe de basarse en un modelo de ACP (Atención centrada en la persona) adaptando la psicoestimulación, en lo posible, a su historia de vida y a los resultados de un examen neuropsicológico. Se planifican tanto las áreas a estimular como las que deben ejercitarse para mantenerse, proporcionando el esfuerzo requerido y procurando un alto nivel de logro que refuerce la tarea.
Sí, por supuesto. Las tres claves del bagaje formativo que debe de poseer un buen terapeuta son: conocimientos de los instrumentos neuropsicológicos para la valoración y evaluación, herramientas terapéuticas y habilidades del terapeuta.
"Habilidades y conocimientos de los instrumentos neuropsicológicos para la valoración y evaluación, herramientas terapéuticas y habilidades del terapeuta."
Así es, a lo largo de 4 temas se da la formación adecuada para el conocimiento de esta enfermedad, su evaluación y su intervención.
Lo más significativo de este curso frente a otros similares, es el equipo de Psicólogos que lo imparte, dada su experiencia y formación y la posibilidad de establecer diálogos abiertos y aclarar todas las dudas.
4 de junio de 2019 - Dpto. de Comunicación TEA Ediciones
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