El libro profundiza en el papel de un conjunto de variables personales del alumno relativas a los ámbitos cognitivo, afectivo y de motivación en el proceso de aprendizaje y sus trastornos específicos, analizando la importancia de estos factores en el aprendizaje de la lectura, la escritura y las matemáticas. En la última parte del texto se plantea la necesidad de implicarse en una enseñanza de estrategias generales que sirvan al alumno con dificultades, o sin ellas, a optimizar sus recursos intelectuales, afectivos y de motivación y minimizar los efectos de sus limitaciones.
Conocer cómo aprende el alumno es importante para saber qué se puede hacer para ayudarles en caso de necesidad, como ocurre con los niños con dificultades de aprendizaje.